Durante la primera mitad de abril, la inflación en México registró un ligero incremento y se ubicó en 3.96% anual, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Aunque el alza fue leve, sorprendió al mercado, que esperaba una menor presión inflacionaria.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró un avance quincenal de 0.12% y acumuló su segunda quincena consecutiva con aceleración inflacionaria. Sin embargo, el incremento fue moderado respecto al 3.93% registrado en la segunda mitad de marzo y se mantuvo dentro del objetivo del Banco de México (Banxico), que es de 3% con un margen de tolerancia de +/-1 punto porcentual.
Contrario a lo que estimaban los analistas —una tasa de 3.89% para esta quincena, según un sondeo de Reuters— la inflación resultó ligeramente más alta, lo que refleja cierta presión en algunos rubros del consumo.
En este contexto, el Banxico, bajo la dirección de Victoria Rodríguez Ceja, recortó su tasa de interés en 50 puntos base, situándola en 9%. Se trata del segundo ajuste consecutivo en esa magnitud, con posibilidad de más reducciones si la inflación lo permite. Esta política busca estimular la economía en medio de expectativas de desaceleración global.
Componentes de la inflación: lo que sube y lo que baja
El informe del Inegi también desglosa los movimientos por sector:
- Frutas y verduras bajaron de precio 2.74% anual, lo que ayudó a contener la inflación del rubro no subyacente.
- En contraste, los productos pecuarios (como carne, leche y huevo) se encarecieron un 8.92% anual.
- En total, los productos agropecuarios registraron una inflación de 4.41%, mientras que los energéticos y tarifas gubernamentales subieron 3.09%.
En cuanto al índice subyacente —que excluye productos con precios más volátiles— la inflación fue de 3.90% anual.
- Las mercancías dentro de este rubro subieron 3.28%,
- Mientras que los servicios registraron un incremento de 4.60%, siendo uno de los factores que más presionaron el índice.
Aunque el ligero repunte inflacionario en abril sorprendió al mercado, la estabilidad general se mantiene dentro del rango esperado por el Banxico, lo que da margen para continuar con una política monetaria más flexible. La evolución de los precios en los próximos meses será clave para determinar nuevos recortes en las tasas de interés.