El Índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos subió dos décimas en diciembre, alcanzando el 2.9% interanual, frente al 2.7% de noviembre. De esta forma, cerró 2024 lejos del objetivo del 2% de la Reserva Federal (Fed) y con un repunte que complica el proceso de reducción de los tipos de interés iniciado en septiembre por el banco central.
El dato subyacente del IPC, que excluye los precios volátiles de alimentos y energía, disminuyó una décima en diciembre, situándose en el 3.2% interanual, según informó este miércoles la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
En términos mensuales, la inflación subió un 0.4%, por encima de las expectativas de los analistas y de los incrementos registrados en los últimos meses, luego de un aumento del 0.3% en noviembre. En cuanto al dato subyacente, las subidas se moderaron, pasando del 0.3% de noviembre al 0.2% en diciembre.
¿Por qué subió la inflación en EE. UU.?
El aumento del dato general de inflación fue en gran parte impulsado por el encarecimiento de los precios de la energía, que subieron un 2.6%, con una fuerte subida en el costo de la gasolina, que aumentó un 4.4%. Además, los precios de los alimentos subieron un 0.3%, los vehículos nuevos se encarecieron un 0.5% y los usados un 1.2%. La vivienda, por su parte, aumentó un 0.3%.
Los datos son relativamente positivos para la Fed, ya que esta institución se enfoca en la inflación subyacente como indicador clave para determinar su política monetaria. Sin embargo, la inflación sigue por encima del objetivo del 2% del banco central, y su moderación avanza a un ritmo muy lento.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal se reunió en diciembre y decidió reducir los tipos de interés en 25 puntos básicos, sugiriendo una desaceleración en los futuros ajustes. La Fed había comenzado a recortar los tipos en septiembre con una reducción de 50 puntos básicos, seguida por otra de 25 puntos en noviembre.
A pesar de que el crecimiento económico y el desempleo siguen mostrando señales positivas, estos factores también presionan al alza los precios, una de las principales preocupaciones para los estadounidenses.
