JPMorgan ha decidido rebajar la calificación de las acciones mexicanas de «sobreponderar» a «neutral». Esta decisión se basa principalmente en dos factores: la desaceleración del crecimiento económico en México y las recientes tensiones comerciales con Estados Unidos.
La correduría de Wall Street expresó su preocupación por la fuerte ralentización económica en el país, señalando que es probable que el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano se estanque, al menos durante la primera mitad del año. Este análisis se apoya en datos recientes que muestran que la economía de México se contrajo en el cuarto trimestre de 2024, marcando su primera caída en más de tres años. Además, el banco central de México ha anticipado un crecimiento económico limitado para este año, mientras que economistas advierten sobre riesgos significativos, especialmente en el ámbito comercial.
Una de las principales amenazas son los nuevos aranceles del 25% impuestos por el presidente estadounidense Donald Trump sobre las importaciones provenientes de México y Canadá, los cuales entraron en vigor recientemente. Sin embargo, en un giro inesperado, Trump eximió a muchas de estas importaciones mexicanas y algunas canadienses por un mes, reflejando la inestabilidad de su política comercial.
En contraste, JPMorgan ha mejorado la calificación de las acciones brasileñas, elevándolas de «neutral» a «sobreponderar». Esto se debe a que Brasil, como uno de los mayores exportadores mundiales de soya, algodón, carne de res y pollo, se beneficiará de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Se espera que las empresas chinas incrementen sus importaciones desde Brasil para evitar los aranceles impuestos por Estados Unidos.
En resumen, mientras que las tensiones comerciales y el bajo crecimiento impactan negativamente en las perspectivas de inversión en México, países como Brasil podrían verse beneficiados en este nuevo escenario global.