El Instituto de Finanzas Internacionales advierte sobre los riesgos de perder credibilidad ante inversionistas y reduce el pronóstico de crecimiento del país de 0.8% a 0.3% para 2024.
En medio de un contexto global marcado por la incertidumbre y las tensiones comerciales, México debe priorizar la disciplina fiscal y cumplir con sus compromisos de consolidación, advierte el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), una de las asociaciones más influyentes del sector financiero a nivel mundial.
Durante su participación en el Global Outlook Forum, Martín Castellano, economista en jefe para América Latina del IIF, señaló que México, como una economía abierta y con una moneda líquida, está bajo observación constante de los inversionistas. Por ello, considera clave que el país envíe señales claras de responsabilidad fiscal para sostener su credibilidad.
“México debe demostrar con hechos su compromiso con la consolidación fiscal. La ratificación de su calificación soberana por parte de Fitch es una señal positiva, pero también implica un compromiso a futuro”
Advertencia sobre crecimiento económico y uso de reservas:
A pesar de su estabilidad fiscal, la economía mexicana no es inmune a la desaceleración global. De hecho, el IIF ajustó su previsión de crecimiento del PIB para México, bajándola de 0.8% a solo 0.3% para 2025. Este recorte refleja preocupaciones por las tensiones comerciales con Estados Unidos, así como por la ralentización de la inversión.
En este escenario, Castellano sugiere que el país podría considerar el uso de fondos de emergencia —como el Fondo de Estabilización, que aún dispone de recursos equivalentes al 0.5% del PIB— para implementar políticas contracíclicas. Sin embargo, advirtió que usar estas reservas también podría interpretarse como una señal de debilidad fiscal.
El papel del Banco de México y el peso mexicano:
Uno de los factores que ha protegido a la economía mexicana es la institucionalidad del Banco de México, cuyo papel ha sido clave para mantener baja la inflación y sostener la credibilidad monetaria frente a choques externos, como la amenaza de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos.
El IIF destaca la resiliencia del peso mexicano, que si bien ha sido presionado por anuncios de tarifas estadounidenses, ha mostrado capacidad de recuperación gracias a la política monetaria del banco central y al entorno económico sin presiones de demanda interna.
“El traspaso de la depreciación del peso a los precios ha sido bajo, en parte porque el Banco de México ha mantenido su independencia y porque hay poca presión inflacionaria interna”
Tensiones con Estados Unidos y oportunidad de negociación:
Otro tema clave fue el impacto económico de los aranceles estadounidenses, particularmente en sectores estratégicos como el automotriz, el aluminio y el acero. Aunque estas medidas afectan el desempeño económico, el IIF considera que todavía hay margen para negociar con el gobierno de Estados Unidos y proteger la integración económica entre ambos países.
Castellano sostuvo que México ha demostrado preferencia por alinearse a las exigencias estadounidenses antes que buscar rutas alternativas, como la diversificación comercial. No obstante, reconoció que los incentivos para mantener integradas ambas economías siguen siendo altos.
“Puede haber ajustes en las cadenas de producción, pero la integración económica entre México y EE.UU. es tan fuerte que cualquier cambio estructural tomará tiempo y probablemente tenga un impacto moderado”
El IIF recomienda a México mantener una postura fiscal responsable, fortalecer la autonomía del Banco de México y aprovechar la ventana de negociación con EE.UU. para proteger su economía. A pesar del bajo crecimiento proyectado, el país cuenta con herramientas para sortear la incertidumbre global, siempre y cuando no descuide su estabilidad macroeconómica ni su credibilidad ante los mercados.