El gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, inició negociaciones con la industria cementera para garantizar precios accesibles del cemento y otros materiales de construcción, con el objetivo de impulsar la edificación de viviendas populares en 2025. La Secretaría de Economía, liderada por Marcelo Ebrard, busca acuerdos que permitan reducir costos y facilitar el acceso a casas dignas para las familias de menores ingresos.
En una reunión con representantes de la Cámara Nacional del Cemento (Canacem), se acordó trabajar en un esquema que estabilice los precios, ante el alza de costos derivada de la inflación global y las disrupciones en cadenas de suministro. Ebrard destacó que el programa de vivienda es una prioridad para el gobierno, con metas de construir 500 mil hogares en el próximo año.
La industria cementera expresó disposición para colaborar, aunque alertó sobre los retos logísticos y energéticos que enfrentan. Este esfuerzo se enmarca en la estrategia de reactivación económica, que incluye incentivos fiscales para constructoras y subsidios para familias vulnerables. El diálogo continuará en las próximas semanas para definir un plan integral que beneficie a los sectores involucrados y fortalezca el acceso a la vivienda en México.
