El precio del petróleo retrocedió desde sus niveles más altos en cinco meses, debido a los avances en las negociaciones de alto al fuego entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, lo que ayudó a frenar el rally impulsado por los riesgos en los suministros de Rusia e Irán.
El crudo Brent cayó hacia los 80 dólares por barril, después de que Qatar y Hamás anunciaran que las conversaciones con Israel han llegado a su fase final, respaldados por comentarios previos de Donald Trump y Joe Biden. Esto podría aliviar un conflicto que ha afectado los mercados globales del petróleo durante más de 15 meses.
El crudo de referencia internacional había experimentado un aumento de más del 5 por ciento en las dos sesiones anteriores, mientras que las tarifas del transporte marítimo de petróleo alcanzaron el lunes su nivel más alto en meses, en respuesta a las acciones de Washington contra unos 160 petroleros involucrados en el comercio de petróleo ruso.
Por su parte, el WTI cotiza a 77.76 dólares por barril, con una caída del 1.06 por ciento este martes.
Las petroleras estatales chinas y las grandes refinerías privadas están adquiriendo cargamentos de crudo de Medio Oriente, mientras aceleran sus preparativos ante la posibilidad de una interrupción en el suministro de combustible debido a sanciones sin precedentes.
En Canadá, la primera ministra de Alberta, Danielle Smith, advirtió sobre la posibilidad de aranceles estadounidenses cuando Donald Trump asuma el cargo la próxima semana, sin exenciones para el petróleo, tras reunirse con el presidente electo en Florida. Más de la mitad de las importaciones estadounidenses de crudo provienen de Canadá, especialmente de Alberta.
El crudo ha tenido un inicio de año agitado, impulsado por el aumento de los riesgos en los suministros, lo que da un nuevo empuje a un mercado que ya se había beneficiado de la caída de las reservas en Estados Unidos y del clima más frío, que impulsa la demanda.
Aunque el impacto total del último paquete de sanciones de Estados Unidos aún no está claro, estas podrían alterar los flujos mundiales, ya que los usuarios en Asia, incluidas las refinerías de India y China, se verían obligados a buscar barriles de reemplazo.