El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración del presidente Joe Biden, tomó la decisión de vender más del 40% de su reserva estratégica de petróleo para controlar el aumento de los precios de los combustibles, según informes de ‘Politico’. Sin embargo, esta medida podría tener repercusiones en medio del conflicto en curso entre Israel y Gaza.
Miembros del Partido Republicano han acusado al gobierno de Biden de dejar a Estados Unidos en un estado de vulnerabilidad frente a posibles interrupciones en el suministro mundial de petróleo. Esto se produce en un momento en que el conflicto entre Palestina e Israel está escalando.
El presidente de la comisión de recursos naturales de la Cámara de Representantes, Bruce Westerman, afirmó que «es culpa de Joe Biden por intentar bajar el precio de la gasolina antes de las elecciones». Anteriormente, el extitular de ese recinto legislativo, Kevin McCarthy, lamentó que la «reserva estratégica de petróleo se ha reducido a nada».
La reserva estratégica de petróleo de Estados Unidos ahora se encuentra en aproximadamente 351 millones de barriles, muy por debajo del máximo de 727 millones durante la administración del expresidente Barack Obama. La administración de Biden ha defendido su manejo de la reserva, argumentando que todavía posee suficiente crudo para proteger las necesidades estratégicas del país y proporcionar un colchón ante cualquier contingencia.
Sin embargo, analistas petroleros advierten que incluso si Estados Unidos mantuviera el mismo nivel de reserva que hace un año, eso no sería suficiente para proteger al país de un shock de precios en caso de un conflicto que bloqueara los 20 millones de barriles de petróleo que fluyen diariamente desde el Golfo Pérsico a través del Estrecho de Ormuz.
La disminución de la reserva estratégica plantea la preocupación de que Estados Unidos pueda depender de países como Arabia Saudita y otros con capacidad excedente para aumentar el suministro en caso de una interrupción en el flujo de petróleo iraní. Los precios del petróleo ya han reaccionado a las tensiones en el conflicto entre Israel y Gaza.
Los analistas sugieren que Estados Unidos no se quedaría sin petróleo en este escenario, pero los consumidores enfrentarían un aumento significativo en los costos de repostar sus vehículos. La situación en la región y su impacto en los precios del petróleo continúa siendo un tema de seguimiento y preocupación en el ámbito de la economía y la política energética.
