El presidente estadounidense, Joe Biden, ha archivado discretamente los planes para un acuerdo comercial «fundacional» con el Reino Unido frente a la oposición del Senado y los discrepancias sobre su alcance, informó el lunes Politico.
El Gobierno británico codicia desde hace tiempo ese acuerdo como un importante beneficio después de haber abandonado la Unión Europea, expone el medio, mientras que los funcionarios de EE.UU. se centran en la rentabilidad potencial para su país.
Se esperaba que las negociaciones comenzaran antes de fin de año. Anteriormente, habían fracasado luego de las críticas que realizaron los demócratas por las disposiciones comerciales que no incluían cláusulas sobre normas laborales.
En este contexto, no se espera que el acuerdo siga adelante, según dos personas informadas por los gobiernos británico y estadounidense, respectivamente, que ofrecieron declaraciones a Politico bajo condición de anonimato. «No creo que vayamos a ver que eso vuelva a surgir», señaló una de las fuentes con respecto a las negociaciones.
Aún quedan importantes cuestiones pendientes entre EE.UU. y el Reino Unido, incluido el tema de agricultura y los beneficios que tendrían los trabajadores estadounidenses. El enfoque de Washington está «muy centrado en las normas laborales, en cuestiones medioambientales y en estas cosas tan valiosas», explicó uno de los informantes.
El pacto debe beneficiar a EE.UU.
Asimismo, en una reunión reciente en la que participaron diplomáticos estadounidenses, «simplemente insistieron en ‘ustedes realmente necesitan apoyarse en la política comercial centrada en los trabajadores’ y ‘ponerse en el lugar de alguien en Pensilvania'», reveló la segunda persona al tanto del asunto. De tal modo, el mensaje era «¿mejora esto la suerte de los agricultores de Iowa? ¿Ayuda esto a la economía estadounidense? Y si no es así, no lo van a hacer«, agregó.
Por su parte, el senador demócrata Ron Wyden, presidente del comité de Finanzas del Senado, que supervisa los temas comerciales en el Congreso opina que «Estados Unidos y el Reino Unido no deberían hacer anuncios hasta que sea posible alcanzar un acuerdo que beneficie a los estadounidenses», expuso el portavoz del congresista.
Igualmente, Wyden sostuvo en octubre que se trataba de «un ‘acuerdo comercial’ que no beneficiará a la población estadounidense ni respetará el papel del Congreso en el comercio internacional».
Mientras tanto, las últimas cifras muestran que el comercio bidireccional total de bienes y servicios entre las naciones creció un 23,8 % hasta finales del segundo trimestre de 2023.
