oyota, Honda, Nissan y el resto de fabricantes japoneses (JAMA) alzaron la voz para defender el T-MEC ante la revisión de 2026. Con 87 mil millones de dólares invertidos en Norteamérica 66 mil en EE.UU., el resto en México y Canadá, alertan que cualquier cambio pondría en riesgo la cadena integrada que les permite producir sin aranceles y mantener precios competitivos.
Las 42 plantas japonesas en la región (25 en EE.UU., 12 en México, 5 en Canadá) mueven motores, transmisiones y baterías en un flujo que el 75% de sus ventas en EE.UU. aprovecha. Desmantelar eso, dicen, elevaría costos y precios al consumidor: hoy un auto nuevo promedia 50 mil dólares y un pago mensual de 800.La ofensiva responde al UAW estadounidense, que exige reescribir el tratado, imponer piso salarial regional y acusar a México de salarios congelados.
Los japoneses replican que la integración beneficia a todos y que aranceles adicionales podrían sumar hasta 4,600 dólares por vehículo para 2027, según AIADA, afectando millones de empleos y ventas.




