La Agencia Tributaria Española (AEAT), encargada de los controles aduaneros en España, ha anunciado que no tiene la intención de confiscar las pertenencias personales de los viajeros rusos que llegan al país, según informa la agencia de noticias rusa TASS.
La semana pasada, la Unión Europea instó a sus estados miembros a llevar a cabo inspecciones a los turistas rusos como medida para evitar posibles sanciones. En un principio, las directrices de la Comisión Europea sugerían que incluso artículos personales como champú y ropa podrían estar sujetos a inspección y posible incautación. Sin embargo, posteriormente se reconoció que las pertenencias personales presentaban un bajo riesgo de evasión aduanera.
En este contexto, las autoridades españolas han aclarado que sus agentes no confiscarán teléfonos móviles, joyas y otros artículos que los viajeros rusos traigan en su equipaje, a menos que provengan directamente de Rusia. Esto significa que los objetos personales de los viajeros rusos no serán objeto de confiscación por defecto. Sin embargo, la incautación sigue siendo una posibilidad si surgen problemas que no estén relacionados con las sanciones.
Es importante señalar que España no tiene frontera terrestre con Rusia, y los vuelos directos entre Rusia y la Unión Europea se han visto afectados desde el inicio del conflicto en Ucrania. La UE ha impuesto restricciones comerciales a Moscú como parte de la presión económica liderada por Estados Unidos.
La interpretación inicial de la política de la UE generó preocupación en Rusia, ya que sugería que los rusos podrían ser sometidos a inspecciones exhaustivas, incluso de tipo personal, al cruzar la frontera, lo que causó indignación en el país y acusaciones de «racismo» por parte de funcionarios rusos.
Por su parte, Letonia, Lituania y Estonia han impuesto restricciones a los vehículos con matrícula rusa, y el Ministro del Interior de Estonia, Lauri Laanemetsa, ha expresado su apoyo a tomar medidas enérgicas contra los automóviles rusos que ya se encuentran en el país báltico. La interpretación de la UE es que estos vehículos deberían ser confiscados y no se les permitiría salir de Europa.
