El Aeropuerto Internacional de Puebla ocupa el lugar 24 en vuelos nacionales y el 38 en internacionales entre los 78 aeropuertos de México. En 2024, recibió 1,056,836 pasajeros domésticos y 19,648 internacionales, sumando un total de 1,076,484 pasajeros, una cifra lejana a la de otros aeropuertos más transitados del país.
Posicionamiento a nivel nacional
Según la Agencia Federal de Aviación Civil, los aeropuertos con mayor flujo de pasajeros en 2024 fueron:
- Ciudad de México: 28.2 millones (nacionales) / 17.1 millones (internacionales)
- Tijuana: 12.4 millones (nacionales)
- Guadalajara: 11.9 millones (nacionales) / 5.9 millones (internacionales)
- Cancún: 20.2 millones (internacionales)
En comparación, el aeropuerto de Puebla presenta un tráfico significativamente menor, evidenciando la necesidad de estrategias para aumentar la conectividad y mejorar su competitividad.
Déficit de vuelos y estrategias de crecimiento
El gobernador Alejandro Armenta anunció planes para aumentar la actividad del aeropuerto, proponiendo nuevas rutas internacionales a Nueva York y Los Ángeles, además de reforzar conexiones nacionales a destinos como Guadalajara, Monterrey y Cancún.
Actualmente, el aeropuerto tiene capacidad para 18 salidas por hora, pero solo opera 22 vuelos al día, lo que representa un déficit de 410 vuelos. El secretario de Economía, Víctor Gabriel Chedraui, reconoció esta situación y mencionó que se busca aprovechar 80 hectáreas disponibles para desarrollar infraestructura aeronáutica y atraer inversiones.
Rutas actuales y cancelaciones
Actualmente, el aeropuerto poblano solo tiene un vuelo internacional a Houston, EE.UU. y vuelos nacionales a Tijuana, Cancún, Mérida, Monterrey, Guadalajara y Hermosillo.
En el pasado, rutas como Acapulco y Tuxtla Gutiérrez fueron canceladas por baja demanda.
El Aeropuerto Internacional de Puebla enfrenta un desafío de crecimiento con un bajo número de vuelos y pasajeros en comparación con otros aeropuertos del país. Sin embargo, el gobierno estatal trabaja en una estrategia de expansión que incluye nuevas rutas y mayor capacidad operativa, con el objetivo de fortalecer la conectividad y atraer inversiones que impulsen su desarrollo.