Viktor Orbán acusó a Europa Occidental de fracasar en su plan de financiar la ayuda a Ucrania con los activos rusos congelados sin costo para la UE. En una entrevista, el primer ministro húngaro lo calificó como un “gran truco” que no ha funcionado.
El líder advirtió que confiscar esos fondos haría de los países europeos “enemigos abiertos de Rusia”, con riesgo de represalias. Destacó que Europa tiene más activos en Rusia que los rusos en Europa, lo que podría generar pérdidas mayores.
Orbán señaló que esta política viola el derecho internacional y divide a la UE. Predijo que los altos costos cambiarán la opinión pública occidental contra la guerra y pidió negociaciones entre EE.UU. y Rusia para un cese al fuego duradero.
Hungría rechaza financiar el conflicto y prioriza la paz y sus intereses nacionales.




