Marcelo Ebrard, secretario de Economía, declaró de «alta prioridad» la eliminación de aranceles estadounidenses a camiones y tractocamiones mexicanos, al violar el T-MEC. Con la revisión del tratado en 2026, México busca equilibrar el comercio y proteger su industria automotriz, vital para las exportaciones.
Los vehículos pesados mexicanos integran 60% de componentes estadounidenses, por lo que deben estar exentos de gravámenes bajo las reglas de origen. «Estados Unidos debe cumplir el tratado y dar el mismo trato a piezas mexicanas», enfatizó Ebrard, criticando la distorsión en cadenas de suministro y el encarecimiento de hasta 10% en costos.
Propone extender el esquema de descuentos de vehículos ligeros, con trato recíproco entre México, EE.UU. y Canadá, para impulsar inversión y competitividad regional.
México presentará evidencia técnica en las negociaciones, priorizando esta demanda. Resolverlo inyectaría hasta 2 mil millones de dólares anuales al sector, evitando tensiones que impacten el PIB, dependiente en 80% de EE.UU.



