México debe abordar puntos de fricción con Estados Unidos ante la revisión del T-MEC en 2026, advirtió Marcelo Ebrard tras reunirse con congresistas en Washington. Las disputas en sectores como energía y agricultura podrían complicar las negociaciones, en un contexto de creciente proteccionismo.
La administración de Claudia Sheinbaum enfrenta presión por resolver conflictos relacionados con políticas energéticas que favorecen a Pemex y restricciones a importaciones agrícolas, consideradas violaciones al tratado por EU. Estas tensiones podrían escalar si no se logran acuerdos, afectando exportaciones mexicanas, que sumaron 309 mil 748 mdd a EU en 2025.
Además, la amenaza de aranceles impulsada por Donald Trump añade incertidumbre. Analistas sugieren que México debe fortalecer su postura negociadora, promoviendo el nearshoring y la integración económica para contrarrestar el impacto. La revisión del T-MEC será crucial para mantener el flujo comercial, que representa el 85% de las exportaciones mexicanas.
Economistas recomiendan diálogo bilateral y ajustes en políticas internas para cumplir con el tratado. La Secretaría de Economía prepara una estrategia integral, pero el éxito dependerá de la capacidad de México para mitigar conflictos antes de 2026.