El delegado de la Fiscalía General de la República (FGR) en Morelos, Hugo Bello Ocampo, confirmó este jueves que al menos ocho presidentes municipales del estado están siendo investigados por delitos diversos, entre ellos posibles vínculos con organizaciones del narcotráfico, como el Cártel de Sinaloa.
La información surge tras difundirse videos de una reunión entre los alcaldes de Cuautla y Atlatlahucan con un presunto líder criminal de dicha organización en la zona oriente de la entidad. Ambos casos están en manos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
“No puedo dar más detalles de las carpetas, pero tenemos bastantes; al menos media docena. Cabe aclarar que estas investigaciones son contra ediles en funciones”, declaró Bello Ocampo en entrevista con medios locales.
Inteligencia local apoya las investigaciones
El funcionario federal precisó que los alcaldes bajo investigación pertenecen a las administraciones municipales en curso, y que los agentes federales cuentan con el respaldo de datos de inteligencia y espacios físicos provistos por autoridades locales para facilitar las pesquisas.
Respecto a los casos específicos de Jesús Corona Damián (Cuautla) y Agustín Toledano Amaro (Atlatlahucan), reiteró que ya se inició la investigación correspondiente. Aunque no confirmó si los ediles han comparecido, hizo un llamado al respeto por el debido proceso:
“Confío en la ley y espero que las investigaciones tengan avances concretos conforme al marco legal”, afirmó.
Un problema recurrente: crimen y gobiernos locales
Los vínculos entre funcionarios municipales y el crimen organizado no son nuevos. En 2019, el entonces secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, denunció que al menos 50 policías municipales operaban en colusión con grupos delictivos.
Casos recientes como el de Norma Otilia Hernández, exalcaldesa de Chilpancingo por Morena, quien se reunió con el líder de Los Ardillos, o el de José Murguía, edil de Teuchitlán, señalado por presuntamente facilitar un rancho de adiestramiento criminal al Cártel Jalisco Nueva Generación, reflejan la persistente infiltración del narco en gobiernos locales.