La llegada de un astillero de clase mundial a Yucatán representa un parteaguas para la economía local, abriendo un horizonte de oportunidades sin precedentes. Este proyecto, impulsado por el gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, promete transformar al estado mediante la creación de empleos bien remunerados y la atracción de inversiones estratégicas.
El mandatario yucateco inició las primeras gestiones en la ciudad italiana de Monfalcone, a 30 minutos de Trieste, reconocida por albergar uno de los principales astilleros de Fincantieri, líder global en construcción naval. Este complejo es responsable de edificar los cruceros más grandes del mundo, lo que ha posicionado a la región como un motor económico, generando miles de empleos y dinamizando sectores clave como la logística, la manufactura y el turismo.
Acompañado por los ejecutivos de Fincantieri, Alessandro Tocci, Máximo Costa y Andrea De Cesco, Díaz Mena precisó que la experiencia internacional demuestra cómo los astilleros pueden cambiar el destino de las ciudades. En Italia, abundó, Monfalcone no solo fabrica embarcaciones, sino que fomenta un ecosistema de innovación y capacitación, beneficiando tanto a trabajadores como a empresas locales.
Añadió que, de manera similar, países como Noruega y Brasil han logrado destacar en la construcción de barcos ecológicos, consolidándose como referentes en tecnología sostenible y asegurando estabilidad económica para sus poblaciones. En el país sudamericano, la industria de los astilleros ha sido un factor determinante en la lucha contra la pobre