El abogado Vidulfo Rosales Sierra, uno de los principales referentes en la defensa legal de los padres y madres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, anunció su salida del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y el fin de su representación del colectivo de familiares de las víctimas.
La decisión ocurre a poco más de un mes de que se cumplan 11 años de los ataques en Iguala, Guerrero, donde estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” fueron víctimas de desaparición forzada en septiembre de 2014, en un caso que se ha convertido en símbolo de la lucha contra la impunidad en México.
“En otras trincheras de lucha”
En un comunicado fechado el 19 de agosto y titulado “En otras trincheras de lucha”, Rosales informó su decisión de dejar Tlachinollan, organización con la que trabajó durante más de una década en la defensa de comunidades indígenas, movimientos sociales y, de manera especial, en el acompañamiento a los padres de los 43.
El abogado agradeció al antropólogo Abel Barrera Hernández, director del organismo, por abrirle las puertas para defender “a los que menos tienen” y por el respaldo en una de las batallas jurídicas y políticas más largas en la historia reciente del país.
Nombran a su sustituto
Tras el anuncio, Saulo Loya, coordinador de Incidencia de Tlachinollan, confirmó que el abogado Isidoro Vicario asumirá un rol protagónico en la defensa del caso Ayotzinapa.
“Es alguien que conoce muy bien el caso, tanto la parte judicial como la parte política, pues ha estado presente desde que se dieron los hechos en 2014. Creemos que hará un gran trabajo”, declaró.
Vicario, también integrante de Tlachinollan, ha acompañado múltiples procesos judiciales vinculados al caso y se ha mantenido cercano a las familias, lo que genera confianza en su continuidad en las exigencias de verdad y justicia.
Posible incorporación a la Suprema Corte
La renuncia de Rosales coincide con versiones que lo vinculan con una posible incorporación a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), bajo la administración de Hugo Aguilar, ministro presidente electo del máximo tribunal.
“Entendemos que hay ya conversaciones con el ministro presidente electo Hugo Aguilar, para que Vidulfo pueda incorporarse a la Suprema Corte. Eso creemos que lo veremos en los siguientes días o semanas”, reveló Loya.
De confirmarse, Rosales daría un giro en su trayectoria profesional, pasando de la defensa directa en campo a un espacio institucional desde donde podría influir en la construcción de criterios jurídicos en materia de derechos humanos.
Un referente en la lucha social
La salida de Rosales marca el cierre de una etapa clave en el acompañamiento a las familias de Ayotzinapa, pero también resalta su papel como uno de los rostros más visibles en la defensa de los derechos humanos en Guerrero y México.
Desde 2014, encabezó la batalla legal contra la llamada “verdad histórica” presentada por la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y ha sido una de las voces más críticas frente a las dilaciones e inconsistencias en la investigación oficial.
El caso Ayotzinapa, que continúa abierto y bajo investigación, sigue siendo un reto para el Estado mexicano. Con la llegada de Vicario, Tlachinollan busca garantizar la continuidad de la defensa, manteniendo viva la exigencia de las familias: la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos.





