México se mantiene como el único país de América Latina donde hasta la fecha no hay políticos encarcelados por corrupción derivada del caso Odebrecht, el escándalo de sobornos internacionales que ha golpeado a múltiples naciones de la región.
Entre 2010 y 2014, ejecutivos del grupo constructor brasileño, según sus propias declaraciones ante una corte federal en Nueva York, Estados Unidos, entregaron sobornos por 10.5 millones de dólares a funcionarios mexicanos para garantizar la adjudicación de contratos con Petróleos Mexicanos (Pemex). De esa cifra, 4.5 millones de dólares fueron destinados a funcionarios del gobierno del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, durante el periodo 2010-2012.
Investigaciones de la organización civil Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) en 2017 revelaron que los gobiernos de Calderón Hinojosa y de Enrique Peña Nieto asignaron contratos a Odebrecht por un total de 1,429 millones de dólares con el objetivo de incrementar la producción de gasolina en las refinerías de Minatitlán, Salamanca y Tula. Sin embargo, el proyecto no alcanzó los objetivos planteados, generando pérdidas significativas para Pemex.
El caso volvió a cobrar relevancia esta semana con la detención en Estados Unidos de Carlos Alberto Treviño Medina, exdirector de Pemex durante el último año del sexenio de Peña Nieto, en el marco de las investigaciones sobre los sobornos de Odebrecht.
No es la primera vez que se señalan actos de corrupción en esta trama. El 16 de julio de 2021, Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex entre diciembre de 2012 y febrero de 2016, ratificó ante la Fiscalía General de la República (FGR) que Odebrecht inició el pago de sobornos a funcionarios mexicanos desde 2011, mencionando a varios de ellos por recibir recursos ilícitos. Entre los señalados figuran José Antonio González Anaya, exdirector de Pemex y sucesor de Lozoya, el ex candidato presidencial priista José Antonio Meade, el panista y actual senador Ricardo Anaya, y el propio Treviño Medina.
Según Lozoya, Meade, Treviño y González Anaya recibieron un total de 12 millones 390,000 pesos por parte de Odebrecht, cifra que evidencia la magnitud de los sobornos. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó que la detención reciente de Treviño Medina está directamente relacionada con el caso Odebrecht, subrayando que es consecuencia de las denuncias presentadas por Lozoya.
A diferencia de otros países de la región, donde el caso Odebrecht ha derivado en procesamientos y condenas de políticos y funcionarios, México sigue sin registrar sentencias definitivas, un hecho que ha generado cuestionamientos sobre la eficacia de sus instituciones judiciales en casos de corrupción de alto perfil.
Este episodio resalta la persistente complejidad del sistema legal mexicano para llevar a juicio a altos funcionarios implicados en corrupción internacional y deja en evidencia la necesidad de fortalecer la rendición de cuentas y la transparencia en la administración pública.