La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, anunció que México prepara una «respuesta de Estado» para enfrentar posibles desafíos migratorios en enero próximo, tras la posible llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Durante una reunión privada con los líderes de los seis grupos parlamentarios en el Senado, así como con senadores que presiden partidos de oposición, Rodríguez Velázquez afirmó que el gobierno federal está listo para responder ante una posible repatriación masiva de mexicanos desde Estados Unidos.
«El gobierno de México cuenta con una estrategia para garantizar los derechos humanos, brindar apoyo y ofrecer opciones de desarrollo a los connacionales que sean repatriados», señaló.
Unificación en el Senado
Rodríguez Velázquez destacó la necesidad de unir esfuerzos entre los diferentes partidos y el gobierno para abordar el reto migratorio. Líderes de la oposición también mostraron su respaldo:
- Marko Cortés (PAN) celebró que México no será un «tercer país seguro» y subrayó la importancia de no aceptar migrantes de otras naciones en tránsito hacia Estados Unidos.
- Clemente Castañeda (MC) elogió la postura firme del gobierno al defender la dignidad de México frente a las posibles políticas de Trump.
- Alejandro Moreno (PRI) aseguró que su partido trabajará para proteger los intereses del pueblo mexicano y enfrentar los retos migratorios con determinación.
Datos actuales sobre migración
Según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), entre enero y octubre de este año se registraron 1,456,042 eventos de detención de migrantes en la frontera con México. Esto representa una reducción del 27.1% comparado con los 1,997,579 reportados en el mismo periodo de 2023.
Firmeza en política exterior
La presidenta Claudia Sheinbaum, mencionada en la reunión, reafirmó que México no aceptará ser el «patio trasero» de Estados Unidos y enfatizó que su administración no permitirá que el país asuma el papel de un tercer país seguro.
Con el respaldo de senadores y partidos, el gobierno mexicano buscará una respuesta unificada y estratégica para proteger los derechos de los mexicanos repatriados, al tiempo que defiende la soberanía nacional ante posibles presiones migratorias.