El gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, envió un mensaje firme a Estados Unidos: “reglas claras, amistades largas”, como base para mantener una relación bilateral sólida. Este fue el mensaje central que el canciller Juan Ramón de la Fuente transmitió a Washington, según declaró en una conferencia de prensa desde la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
De la Fuente explicó que, en conversaciones recientes con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, expuso los lineamientos de la nueva administración mexicana para facilitar y ordenar el diálogo entre ambos países. Subrayó que la diplomacia efectiva es aquella que «no da sorpresas», en referencia a la necesidad de claridad y consistencia en la relación.
El canciller detalló que la agenda bilateral es compleja y que la transparencia en los lineamientos permitirá a ambos países avanzar en temas clave. Según De la Fuente, el embajador Salazar acogió este enfoque «con enorme profesionalismo».
Aunque fue cuestionado sobre una posible molestia del gobierno mexicano ante la postura del embajador Salazar sobre la reciente reforma judicial, aprobada durante el mandato del expresidente Andrés Manuel López Obrador, De la Fuente minimizó cualquier conflicto, reiterando la importancia de una diplomacia sin sorpresas y con comunicación fluida.
El canciller enfatizó que las instrucciones de la presidenta Sheinbaum son claras: continuar construyendo una relación cordial y productiva con Estados Unidos, basada en el respeto irrestricto a la soberanía nacional y a los intereses de México. Estos principios, afirmó, son fundamentales en cualquier relación bilateral o multilateral.
Con este enfoque, De la Fuente aseguró que las primeras semanas de la nueva administración han mostrado resultados positivos en la relación entre ambos países, y que la agenda seguirá avanzando de manera ordenada y constructiva.
