El gobierno de México trabaja en la búsqueda de un herbicida que pueda sustituir al glifosato en los campos agrícolas del país, reconoció la presidenta Claudia Sheinbaum, al señalar que la eliminación de esta sustancia no es un proceso sencillo y requiere alternativas viables.
Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que el análisis para reemplazar el glifosato se desarrolla tanto a nivel internacional como dentro del país, en un contexto en el que se ha reavivado el debate global sobre los riesgos a la salud asociados a este herbicida.
Sheinbaum recordó que recientemente se evidenció que un artículo científico utilizado durante más de dos décadas para negar los efectos nocivos del glifosato carecía de independencia y rigor, al haber sido redactado por “escritores fantasma” vinculados a la industria agroquímica. A pesar de ello, subrayó que la prioridad de su gobierno es avanzar hacia la sustitución responsable del producto.
Indicó que se invitará a los titulares de las secretarías de Medio Ambiente y de Agricultura para explicar el estado de la discusión no solo sobre el glifosato, sino también sobre otros plaguicidas que se utilizan en el país. Añadió que en su administración ya se han prohibido algunos herbicidas, aunque el glifosato aún no se encuentra entre ellos.
La presidenta reconoció que el tema está ligado a una controversia internacional en el marco del T-MEC, promovida por Estados Unidos y resuelta en contra de México, relacionada tanto con el uso del glifosato como con la protección del maíz nativo.
En ese sentido, se explicó que dicha controversia quedó prácticamente resuelta tras una reforma constitucional que protege las variedades de maíz nativo que se siembran en el país, al tiempo que se mantiene abierta la importación de maíz amarillo proveniente de Estados Unidos, destinado principalmente a la engorda de ganado y a usos industriales.
Sheinbaum reiteró que su gobierno continuará revisando el tema y evaluando las alternativas disponibles, con el objetivo de reducir el uso de sustancias potencialmente dañinas sin afectar la producción agrícola nacional.
