El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), anunció este jueves sanciones contra los grupos criminales mexicanos Cárteles Unidos y Los Viagras, así como contra siete de sus miembros de alto rango, por su implicación en narcotráfico, actos de terrorismo y extorsión en el sector agrícola de Michoacán.
La medida, adoptada en coordinación con el Departamento de Justicia, la DEA, el FBI, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional y la Unidad de Inteligencia Financiera, forma parte de la estrategia del presidente Donald Trump para “eliminar por completo a las organizaciones criminales transnacionales que amenazan al pueblo estadounidense”.
Entre los sancionados de Cárteles Unidos figuran:
- Juan José Farías Álvarez, alias “el Abuelo”, señalado como líder principal del grupo.
- Luis Enrique Barragán Chávez, “Wicho”, vinculado directamente a la extorsión de productores agrícolas.
- Alfonso Fernández Magallón, “Poncho”, acusado de reclutar exmilitares colombianos para actividades delictivas.
- Edgar Valeriano Orozco Cabadas, “el Kamoni”, presunto coordinador de sicarios y violencia armada en la región.
Por Los Viagras fueron sancionados:
- Nicolás Sierra Santana, “el Gordo”, fundador del grupo criminal.
- Heladio Cisneros Flores, “la Sirena”, implicado en un asesinato de alto perfil.
- César Alejandro Sepúlveda Arellano, “el Botox”, acusado de la muerte de un productor de cítricos.
Las sanciones incluyen el bloqueo de todos los bienes e intereses de los individuos y entidades designadas que se encuentren bajo jurisdicción estadounidense, y prohíben a ciudadanos y empresas de Estados Unidos realizar transacciones financieras con ellos. Asimismo, las instituciones financieras extranjeras que faciliten operaciones significativas para los sancionados podrían enfrentar restricciones o sanciones secundarias.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó: “Las sanciones de hoy llaman aún más la atención sobre las diversas e insidiosas formas en que los cárteles participan en actividades violentas y explotan un comercio que, de otro modo, sería legítimo”.
Según la OFAC, ambos grupos han protagonizado sangrientos enfrentamientos en Michoacán, afectando a comunidades enteras y a productores de aguacate, cítricos y ganado, a quienes han impuesto pagos obligatorios bajo amenaza de muerte. La acción estadounidense busca desmantelar la capacidad operativa de estas organizaciones, interrumpiendo sus ingresos y debilitando su influencia en la región.
Expertos en seguridad consideran que la medida también envía un mensaje contundente sobre la cooperación binacional en materia de crimen organizado, y refuerza la estrategia de Estados Unidos de vincular narcotráfico con terrorismo, elevando el nivel de presión sobre los cárteles que operan en territorio mexicano.