La Cámara de Diputados aprobó con 335 votos a favor, 125 en contra y una abstención modificaciones a la Ley Reglamentaria del Artículo 105 Constitucional, estableciendo la improcedencia de impugnaciones contra reformas y adiciones a la Constitución.
La reforma impide la promoción de acciones de inconstitucionalidad o controversias constitucionales contra enmiendas a la Carta Magna y señala que, en el caso de controversias constitucionales contra normas generales, no se suspenderá su aplicación mientras se resuelve el juicio.
El presidente de la Comisión de Justicia, Julio César Moreno (Morena), afirmó que la medida busca consolidar el nuevo Poder Judicial, asegurando que los jueces actúen en beneficio del pueblo y sin influencias de «intereses perversos, clasismo o discriminación».
Sin embargo, la oposición criticó la reforma. El diputado César Israel Damián (PAN) alertó que esta representa «la mayor amenaza a la democracia en décadas», ya que impediría frenar abusos de poder y defender derechos ciudadanos.
Por su parte, Alejandro Domínguez (PRI) advirtió que la norma elimina herramientas legales para impugnar reformas violatorias de tratados internacionales y atenta contra la división de poderes.
El proyecto fue devuelto al Senado de la República con correcciones de técnica legislativa.
