La iniciativa impulsada por Morena, PVEM y PT busca promover hábitos saludables y aumentar la recaudación; oposición denuncia “golpe al bolsillo de los mexicanos”.
Tras 14 horas de debate entre gritos, pancartas y acusaciones cruzadas, la Cámara de Diputados aprobó las reformas a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que incrementan los gravámenes a refrescos, cigarros, videojuegos y juegos con apuestas, entre otros productos. La minuta fue turnada al Senado para su análisis.
De acuerdo con el dictamen avalado por la Comisión de Hacienda, el impuesto a las bebidas saborizadas pasará de 1.64 a 3.08 pesos por litro. No obstante, las bancadas de Morena, PVEM y PT introdujeron una reserva para reducir la cuota a 1.50 pesos por litro en bebidas sin azúcar, como parte de un acuerdo entre el gobierno federal y la industria refresquera, a cambio de disminuir el contenido calórico de sus productos y fomentar opciones “light” o “cero”.
En materia de tabaco, el impuesto sobre cigarros, puros y tabacos labrados se incrementa de 160 a 200 por ciento, además de establecer una cuota gradual que iniciará en 0.85 pesos por cigarro en 2026 y aumentará cada año hasta 1.15 pesos en 2030.
Asimismo, el IEPS a videojuegos con contenido violento o para adultos sube a 8 por ciento, tanto en formato físico como digital. En el caso de juegos y apuestas, el gravamen pasa de 30 a 50 por ciento, aplicable tanto a establecimientos físicos como plataformas en línea.
Debate encendido en San Lázaro
Durante la sesión, la oposición criticó el aumento de impuestos y acusó al bloque oficialista de violar el compromiso presidencial de no crear nuevos gravámenes. El priista Carlos Gutiérrez Mancilla recordó en tribuna las promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador, provocando la reacción de legisladores de Morena y el PT, quienes respondieron con consignas en apoyo al exmandatario.
Por su parte, Lilia Aguilar (PT) acusó a PAN y PRI de defender los intereses de las industrias refresquera y tabacalera, mientras Dolores Padierna (Morena) defendió las reformas como parte de una estrategia para revertir los efectos de las políticas neoliberales.
“Con nuestra estrategia vamos a revertir los daños del neoliberalismo. Ya sacamos a 13.5 millones de la pobreza, y eso es lo que les duele”, afirmó Padierna, concluyendo su intervención con vítores a la “Cuarta Transformación” y a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Críticas de la oposición
El panista Paulo Gonzalo Martínez calificó la medida como “regresiva e hipócrita”, al considerar que el incremento a los refrescos no se traduce en una mejora de los servicios de salud.
Desde el PRI, Arturo Yáñez señaló que Morena “acabó con su caja chica y ahora va por la de los ciudadanos”, acusando al gobierno de utilizar el discurso de la salud como pretexto para aumentar la recaudación.
En tanto, la diputada Patricia Elizondo (Movimiento Ciudadano) advirtió que el gobierno espera recaudar más de 270 mil millones de pesos adicionales con los nuevos impuestos, sin garantizar que estos recursos se destinen a hospitales o programas de prevención.
El bloque oficialista defendió el paquete como una medida de salud pública y responsabilidad fiscal, mientras que la oposición denunció un aumento generalizado de precios que afectará directamente a los consumidores.
La reforma, aprobada en lo general y lo particular, ahora será analizada por el Senado, donde se prevé una nueva ronda de debate antes de su eventual promulgación.