El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aseguró que Washington no enviará fuerzas militares a México ni tomará acciones unilaterales, pero está dispuesto a proporcionar ayuda si el gobierno mexicano la solicita. Señaló que esa asistencia podría incluir equipo, capacitación e intercambio de inteligencia.
Tras participar en la cumbre del G-7, Rubio destacó que la cooperación bilateral en materia de seguridad es “la más alta de la historia” y que México está realizando mayores esfuerzos para frenar el flujo de drogas. Añadió que, como parte de un acuerdo con China, se restringirán 13 precursores químicos clave, lo que podría reducir el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
Cuestionado sobre la violencia en México, señaló que los cárteles operan con capacidades comparables o superiores a las autoridades locales e incluso nacionales, lo que representa un riesgo para toda la región. Afirmó que en algunas zonas estas organizaciones ejercen un control de facto.
Rubio subrayó que la relación bilateral es sólida y que, aunque se han logrado avances significativos en los primeros meses del año, el problema tiene raíces profundas y requerirá tiempo para ver resultados duraderos.
