Tras la debacle electoral sufrida en los recientes comicios, el presidente Andrés Manuel López Obrador enfatizó la necesidad de que los partidos de oposición se autoanalicen, sean autocríticos y regresen a sus orígenes.
El presidente sugirió que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN) revisen sus principios fundacionales. Subrayó que estos partidos, habiendo perdido sus idearios y principios, ahora están principalmente unidos por intereses.
López Obrador expresó su decepción por el estado actual de la oposición, describiéndola como una «comedia» influenciada por Claudio X. González, un destacado empresario y crítico visible de su administración. También pidió al gobierno de Estados Unidos que informe sobre los montos y razones detrás de su apoyo financiero a la organización de González, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, que, según él, actúa abiertamente contra el gobierno mexicano.
Al abordar los procesos internos del PRI y PAN y las disputas surgidas tras su derrota conjunta en las elecciones del 2 de junio, López Obrador instó a estos partidos a reevaluar sus principios. Enfatizó la importancia de la autocrítica y la necesidad de que estos partidos se reconecten con sus ideologías originales.
El presidente reflexionó sobre la histórica oposición del PAN a políticas como la expropiación del petróleo y la reforma agraria, y criticó la alineación del partido con políticas neoliberales iniciadas por el expresidente Carlos Salinas de Gortari. Señaló que, si bien los fundadores del PAN eran conservadores, poseían un grado de decencia y adherencia a la doctrina que, según él, falta en el liderazgo actual.
López Obrador también destacó la importancia histórica del PRI, señalando sus raíces en la Revolución Mexicana y su papel en importantes desarrollos sociales e infraestructurales, incluyendo la nacionalización de la industria petrolera y el establecimiento de iniciativas de educación pública. Lamentó el giro del partido hacia el apoyo a la privatización y la oposición a la educación pública.
El presidente criticó al PRI y PAN por perder su esencia y convertirse en sumisos a intereses poderosos, con Claudio X. González supuestamente dictando sus acciones. También cuestionó la transparencia de las actividades financieras de González y la participación de Estados Unidos en los asuntos políticos mexicanos, pidiendo una explicación sobre la financiación extranjera recibida por la organización de González.
López Obrador concluyó instando a un regreso a los principios fundacionales que alguna vez definieron al PRI y PAN, enfatizando la necesidad de la auto-reflexión y una reevaluación de sus caminos actuales.
