El Congreso de la Unión declaró la validez de la reforma constitucional que establece la inimpugnabilidad de modificaciones a la Carta Magna, limitando la posibilidad de amparos y otros recursos legales contra estos cambios. En un proceso acelerado, tanto la Cámara de Diputados como el Senado emitieron la declaratoria en menos de 24 horas, logrando el respaldo de 23 legislaturas estatales, superando el mínimo necesario de 17.
La reforma fue publicada en la versión vespertina del Diario Oficial de la Federación y entrará en vigor el 1 de noviembre. Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, adelantó que una vez promulgada la reforma, solicitarán a la Suprema Corte desechar todos los recursos contra la reciente reforma judicial, de acuerdo con el segundo artículo transitorio.
La sesión en la Cámara de Diputados fue breve y contó con la ausencia de legisladores del PAN, PRI, y MC, quienes se habían manifestado en contra de la modificación a los artículos 105 y 107 constitucionales. Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena, defendió la reforma calificándola como un hito en la historia del país, asegurando que no elimina el juicio de amparo ni otras acciones de inconstitucionalidad, sino que establece la supremacía constitucional.
La sesión en el Senado no estuvo exenta de tensiones. Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente del PRI, tuvo un altercado con Fernández Noroña, interrumpiendo el proceso. Senadores del PRI también protestaron por presuntas irregularidades en el procedimiento, mientras que el coordinador de Morena, Adán Augusto López Hernández, argumentó que la reforma es un avance en la historia jurídica mexicana, inspirada en el principio de Mariano Otero de evitar un «gobierno de jueces».
En medio del acalorado debate, el vicecoordinador de Morena, Ignacio Mier, señaló que la oposición busca proteger intereses personales y económicos mediante un sistema legal que quedará transformado por la reforma.