La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó este viernes que las medidas arancelarias anunciadas por su gobierno no representan un acto de coerción ni están dirigidas específicamente contra China, sino que se aplicarán de manera general a todos los países con los que México no mantiene tratados de libre comercio.
Desde Palacio Nacional, la mandataria respondió al posicionamiento del gobierno chino, que un día antes manifestó su rechazo a “cualquier coerción” tras el anuncio de un posible arancel de hasta 50 por ciento a la importación de automóviles provenientes del país asiático.
“Primero, no son medidas de coerción y no son contra China. Eso es muy importante. Tenemos muy buena relación con China y queremos seguir teniéndola”, subrayó Sheinbaum. Explicó que se trata de decisiones encaminadas a fortalecer la producción nacional, en apego a las normas internacionales, ya que la regla aplicará a todas las naciones sin acuerdo comercial con México.
La jefa del Ejecutivo recordó que su gobierno ha sostenido conversaciones previas con autoridades chinas, tanto en visitas oficiales como en encuentros con el embajador recién acreditado en México, y adelantó que la próxima semana habrá nuevas reuniones sobre el tema. “La plática con todos está abierta. Entonces no son ni discriminatorias ni de coerción. El objetivo es fortalecer la producción nacional”, reiteró.
Cuestionada sobre el posible impacto en el intercambio comercial, Sheinbaum minimizó los riesgos al señalar que México exporta muy poco a los países involucrados y que la mayoría de los flujos corresponden a importaciones. Aclaró además que los nuevos gravámenes no serán generalizados, sino que se aplicarán únicamente a sectores estratégicos.
“Queremos que quede claro al pueblo de China y de todos los países involucrados que no tenemos nada contra ellos. Al contrario, hay respeto y admiración. Pero nuestra visión es fortalecer la economía de México”, concluyó.
Claudia Sheinbaum aclara: medidas arancelarias no son coercitivas ni dirigidas contra China
