El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, aclaró que la resolución del mayor saqueo financiero relacionado con el Museo Internacional del Barroco no implica omisión alguna por parte de su administración, ya que las investigaciones por daño patrimonial y al erario estatal siguen en curso.
Destacó que se detectaron actos indebidos, como la colocación de chips en obras de arte que provocaron daños de valor incalculable, y enfatizó que en su gobierno nadie está por encima de la ley, independientemente de la administración en la que se cometieran los delitos.
Armenta lamentó que el museo se convirtiera en un mecanismo de enriquecimiento para el viejo régimen neoliberal, mediante deuda oculta y proyectos público-privados que generaron una obligación monstruosa de alrededor de 14 mil millones de pesos.
En este sentido, instruyó al titular de la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, Alejandro Espidio, a profundizar en los presuntos ilícitos vinculados a la adquisición de esos chips que afectaron el patrimonio cultural.




