Turquía está actualmente en conversaciones con Estados Unidos para conseguir una exención de sanciones que le permita seguir utilizando el Gazprombank de Rusia para pagar las importaciones de gas natural, dijo el lunes a los periodistas el ministro de Energía del país, Alparslan Bayraktar.
La semana pasada, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso restricciones a más de 50 instituciones financieras rusas, entre ellas Gazprombank, que está vinculado al gigante del gas ruso homónimo, y seis de sus filiales internacionales. Las sanciones han excluido de hecho al principal banco ruso para las transacciones relacionadas con la energía del sistema de mensajería interbancaria SWIFT, lo que significa que ya no puede utilizarse para transacciones en dólares.
Según Bayraktar, a menos que se conceda una exención especial, Turquía, que importa casi todo su gas, no podrá pagar a Moscú por los recursos naturales. Rusia representa actualmente más del 50% de las importaciones por gasoducto del país, según Reuters.
En sus comentarios, Bayraktar mencionó una exención previa otorgada a Ankara cuando Washington había sancionado a Irán en 2012. En ese momento, las sanciones contra Teherán incluían una cláusula que permitía al presidente estadounidense emitir una exención especial si un país importador de petróleo enfrentaba “circunstancias excepcionales” que hacían imposible reducir las importaciones de petróleo iraní. Bayraktar ha argumentado que Turquía ahora necesita una exención similar para Gazprombank a fin de asegurar su suministro de gas natural.
“Estas sanciones afectarán a Turquía. No podemos pagarlas. Si no podemos pagar, no podemos comprar los bienes. El Ministerio de Asuntos Exteriores está negociando”, afirmó Bayraktar.
Las últimas sanciones estadounidenses también han provocado el desdén de varios otros compradores europeos de gas ruso. La semana pasada, el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, acusó a Washington de intentar socavar la seguridad energética en la región de Europa central al imponer restricciones a Gazprombank.
En una publicación en Facebook, el diplomático afirmó que cualquier intento de poner en peligro el suministro de energía a Hungría se “considera una ofensa contra nuestra soberanía” y destacó que Budapest denuncia todos esos ataques y ha prometido “resistir la presión y perseguir nuestros intereses nacionales”.
Añadió que Hungría está actualmente en conversaciones con otros países, como Bulgaria, Serbia, Azerbaiyán y Eslovaquia, con la esperanza de encontrar una solución para asegurar el suministro de energía.
Mientras tanto, a pesar de que la UE ha anunciado planes para eliminar su dependencia de la energía rusa, ha seguido siendo uno de los principales importadores mundiales de combustibles fósiles rusos, mientras que sus miembros han comprado volúmenes récord de gas natural licuado (GNL) de Moscú.