En un giro inesperado durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y China, Xi Jinping, acordaron una tregua comercial tras 100 minutos de intensas negociaciones en el aeropuerto de Gimhae.
Trump, entusiasmado, calificó el encuentro como «maravilloso» y «un 12 sobre 10», destacando avances en aranceles, tierras raras y fentanilo. EE.UU. reducirá tarifas sobre importaciones chinas relacionadas con el opioide del 20% al 10%, mientras China reanudará compras masivas de soja y sorgo estadounidense, aliviando tensiones agrarias.
El pacto incluye un acuerdo de un año para exportaciones chinas de tierras raras y minerales críticos, resolviendo un bloqueo que afectaba cadenas globales de suministro tecnológico. Además, Pekín dialogará con Nvidia sobre chips avanzados y cooperará en la crisis de Ucrania, prometiendo apoyo a Washington.
Xi enfatizó la necesidad de «mantener el rumbo correcto» ante fricciones inevitables entre las dos mayores economías mundiales. Aunque temporal, el convenio suspende represalias y prevé visitas mutuas en 2026, inyectando optimismo a los mercados globales en medio de la guerra comercial reiniciada.




