El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado al Pentágono que reintegre al personal militar que fue dado de baja por negarse a recibir la vacuna contra la Covid-19.
El Departamento de Defensa hizo obligatoria la vacunación en agosto de 2021 y dio a todos los miembros del servicio hasta noviembre de ese año para vacunarse. El mandato finalizó en enero de 2023.
En una orden ejecutiva emitida el lunes, Trump calificó la política como una “carga injusta, excesivamente amplia y completamente innecesaria para nuestros miembros del servicio”. Continuó argumentando que el Pentágono no había otorgado exenciones a muchos soldados que eran elegibles.
“Es hora de que el Gobierno Federal repare cualquier despido injustificado”, afirmó el presidente estadounidense.
El documento ordena al Departamento de Defensa “hacer que la reincorporación esté disponible para todos los miembros del ejército (activos y de reserva) que fueron dados de baja únicamente por negarse a recibir la vacuna contra el COVID-19”. Los miembros del servicio que proporcionen una declaración escrita y jurada de que dejaron el ejército debido al mandato de la vacuna también deberían tener la oportunidad de regresar “sin impacto en su estado de servicio, rango o salario”.
Según la orden, los secretarios de Defensa y de Seguridad Nacional informarán sobre el progreso al presidente dentro de 60 días.
En febrero de 2022, la entonces secretaria del Ejército, Christine Wormuth, afirmó que “los soldados no vacunados representan un riesgo para la fuerza y ponen en peligro la preparación”. Añadió que quienes no cumplan se enfrentarán rápidamente a “procedimientos de separación administrativa involuntaria”.
Varios meses después, los jefes de servicio a cargo del personal le dijeron al Comité de Servicios Armados del Senado que aproximadamente 3.400 miembros del servicio habían sido dados de baja por negarse a recibir una vacuna contra el Covid-19, y que el Cuerpo de Marines era responsable de casi 2.000 separaciones.
Breitbart informó ese año que el número había llegado a 6.400.
En diciembre de 2022, el entonces comandante del Cuerpo de Marines, el general David Berger, reconoció que el mandato de la vacuna era un “factor importante” para disuadir el alistamiento de nuevas tropas, especialmente en los estados del sur.
A lo largo de 2022, todas las ramas del ejército estadounidense lucharon por cumplir con sus cuotas de reclutamiento.