El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está planeando una reestructuración del Departamento de Estado, con el objetivo de reducir el número de diplomáticos y embajadas mientras se centra en los intereses inmediatos de Washington.
Según el medio, la administración Trump pretende priorizar los acuerdos gubernamentales transaccionales que salvaguarden la seguridad y los intereses de inversión de Estados Unidos. Sin embargo, este enfoque implica reducir el uso de herramientas tradicionales de “poder blando” , incluidas iniciativas que supuestamente promueven la democracia en todo el mundo.
Según se informa, la nueva estrategia implicaría recortes de personal y cierres de embajadas. Si bien el número exacto de misiones que se cerrarán sigue sin determinarse, fuentes de Politico afirmaron que el Secretario de Estado Marco Rubio está de acuerdo con la política y que las conversaciones sugieren al menos un recorte del 20% en la dotación de personal del Departamento de Estado.
Un funcionario anónimo dijo a Politico que la Secretaría Ejecutiva del Departamento de Estado se había comunicado con varias agencias clave de Estados Unidos, incluido el Pentágono y la CIA, con una solicitud para clasificar las embajadas de Estados Unidos en función de su importancia para sus operaciones.
Politico también obtuvo una lista de posibles consulados que se prevé cerrar, entre ellos instalaciones en Francia, Alemania, Italia, Portugal y Brasil. En algunos casos, el cierre de misiones diplomáticas significaría que las instalaciones restantes cubrirían un área geográfica más amplia.
Varias oficinas del Departamento de Estado dedicadas a la educación, el medio ambiente y los asuntos científicos también podrían enfrentar importantes recortes o cierres. Se espera que la Oficina de Asuntos Económicos permanezca en pie, en línea con el enfoque de Trump en la diplomacia transaccional. También se espera que la División de Asuntos Consulares, responsable de las visas y de la asistencia a los estadounidenses en el extranjero, siga siendo uno de los pilares del departamento, pero podría experimentar algunos recortes de personal.
Trump ya ha emitido una orden para reformar el reclutamiento en el Departamento de Estado, y Politico sugiere que esto ayudaría a crear un personal más “flexible” y más fácil de despedir. Un ex alto funcionario del Departamento de Estado citado por el medio advirtió que esto podría disuadir a los diplomáticos de expresar opiniones disidentes, lo que podría socavar el proceso de toma de decisiones.
Tom Shannon, ex funcionario del Departamento de Estado, argumentó que el enfoque de la administración Trump “reduciría drásticamente el alcance de la diplomacia estadounidense… [y] el propósito y la práctica de nuestra diplomacia y la devolvería, si no al siglo XIX, al menos al nivel anterior a la Segunda Guerra Mundial”.
Politico también citó a los críticos de la revisión, quienes advirtieron que las reformas podrían tener efectos perjudiciales a largo plazo sobre la política exterior estadounidense, particularmente frente a la rivalidad con China.
La administración Trump ha dicho que busca reducir el gasto gubernamental, combatir la burocracia y luchar contra la corrupción dentro de las agencias del país, citando la alta deuda nacional, y que la campaña está encabezada por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
El líder estadounidense ya ha tomado medidas enérgicas contra la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), presentándola como el epítome de una agencia derrochadora dirigida por “lunáticos de izquierda radical”.




