El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó estar “muy cerca” de extender una tregua comercial con China, en un esfuerzo por reducir las tensiones económicas entre las dos mayores potencias mundiales. En un mensaje publicado en su red social Truth Social, Trump destacó avances en las negociaciones con Pekín, sugiriendo que un acuerdo preliminar podría alcanzarse antes de finales de agosto. La declaración llega en un contexto de creciente incertidumbre global sobre el comercio y las cadenas de suministro.
Durante su primer mandato, Trump impuso aranceles de hasta 25% a bienes chinos, desatando una guerra comercial que afectó a consumidores y empresas en ambos países. Ahora, tras intensas conversaciones con el presidente chino Xi Jinping, el mandatario estadounidense señaló que ambas naciones están dispuestas a evitar una escalada de sanciones. “China quiere trabajar con nosotros, y yo quiero un trato justo que beneficie a los trabajadores estadounidenses”, escribió Trump, sin detallar los términos del posible acuerdo.
Fuentes del Departamento de Comercio indican que la tregua incluiría una reducción temporal de aranceles a ciertos productos chinos, a cambio de compromisos de Pekín para aumentar compras de bienes agrícolas y energéticos estadounidenses. Sin embargo, las negociaciones enfrentan obstáculos, como las demandas de Washington para que China refuerce la protección de la propiedad intelectual y reduzca subsidios a sus industrias estatales.
La comunidad internacional observa con atención. La Unión Europea y Japón, aliados clave de Estados Unidos, han instado a un enfoque multilateral para estabilizar el comercio global. Por su parte, el Fondo Monetario Internacional advirtió que una nueva guerra comercial podría agravar la inflación y frenar el crecimiento económico mundial, proyectado en 3.2% para 2025. En China, el Ministerio de Comercio expresó un “cauto optimismo”, pero insistió en que cualquier acuerdo debe respetar la “soberanía económica” del país.
Analistas advierten que las declaraciones de Trump podrían ser una maniobra para proyectar fuerza antes de la cumbre del G20 en noviembre. Mientras tanto, los mercados reaccionaron con alzas moderadas, aunque persiste la incertidumbre sobre la sostenibilidad de la tregua. Con el comercio bilateral entre ambos países superando los 700 mil millones de dólares anuales, el resultado de estas negociaciones tendrá un impacto global significativo.




