El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó la presión sobre Rusia al advertir que impondrá “consecuencias muy graves” si el presidente Vladimir Putin no detiene la guerra en Ucrania. La declaración, pronunciada durante un discurso en el Kennedy Center de Washington, se produce días antes de una cumbre bilateral con Putin en Alaska, programada para el viernes, según informó la Casa Blanca.
Trump señaló que busca un cese inmediato de las hostilidades y anunció planes para una reunión tripartita con Putin y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, para negociar una solución al conflicto. “Tuve una muy buena llamada con líderes europeos y Zelensky. Queremos paz, pero Rusia debe actuar”, afirmó. El mandatario subrayó que, de no haber avances tras la cumbre, considerará sanciones más duras y otras medidas contra Moscú.
El ultimátum llega en un momento crítico, con Ucrania enfrentando una nueva ola de ataques rusos, incluyendo 47 drones y dos misiles de crucero, según la Fuerza Aérea ucraniana. Zelensky, por su parte, reiteró que Ucrania “no cederá sus tierras” y pidió “soluciones reales” para garantizar la paz, enfatizando que cualquier acuerdo debe respetar la soberanía de su país.
La comunidad internacional ha reaccionado con cautela. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, expresó en CBS que la cumbre es una oportunidad para evaluar la seriedad de Putin, pero advirtió que Ucrania debe estar incluida en las negociaciones. La Unión Europea y aliados como Francia y Reino Unido han instado a mantener la presión sobre Rusia, mientras que China y Brasil han abogado por un enfoque diplomático.
Analistas advierten que las amenazas de Trump, que incluyen posibles aranceles del 100% a productos rusos y sanciones a países que comercien con Moscú, podrían tensar aún más las relaciones con aliados como India y China. The Wall Street Journal señaló que la ausencia de Ucrania en la cumbre inicial genera dudas sobre la viabilidad de un acuerdo duradero.
La reunión en Alaska será un punto de inflexión para determinar si Trump logra consolidar su imagen como mediador o si el conflicto escala hacia nuevas sanciones y una mayor confrontación global.