El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió al anunciar su retiro anticipado de la cumbre del G7 en Kananaskis, Canadá, para regresar a Washington debido a la escalada del conflicto entre Israel e Irán. La decisión, comunicada por la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, tras la cena con los líderes, canceló encuentros bilaterales con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro australiano, Anthony Albanese.
Zelenski, invitado a la cumbre, planeaba discutir con Trump la adquisición de armamento para Ucrania, mientras que Sheinbaum buscaba abordar temas comerciales, migración y un posible impuesto a las remesas. La salida de Trump, motivada por la crisis en Oriente Medio, dejó en el aire estas reuniones clave. Durante el día, el conflicto dominó las discusiones del G7, junto con la situación económica global y los aranceles impuestos por Washington.
A pesar de avances comerciales, como acuerdos con Reino Unido y negociaciones con Canadá y la Unión Europea, las sesiones se prolongaron en un ambiente tenso, según el anfitrión, Mark Carney. Trump también defendió la reincorporación de Rusia al G7 y cuestionó sanciones previas, generando controversia.





