La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó categóricamente cualquier posibilidad de intervención militar estadounidense en México, en respuesta a las recientes declaraciones del presidente Donald Trump sobre combatir a los cárteles mexicanos. Durante su conferencia matutina, Sheinbaum calificó las afirmaciones de Trump como un “tenebroso presagio” y reiteró que México es un país soberano que no tolerará injerencias extranjeras.
La mandataria subrayó que la cooperación con Estados Unidos debe basarse en el respeto mutuo, destacando los esfuerzos mexicanos en seguridad, como la captura de líderes del crimen organizado y el decomiso de fentanilo. “No somos piñata de nadie”, afirmó, al tiempo que instó a Washington a combatir el narcotráfico en su propio territorio, donde la demanda de drogas impulsa el problema.
Sheinbaum también defendió la estrategia de seguridad de su gobierno, heredada de Andrés Manuel López Obrador, y anunció que México fortalecerá sus consulados ante posibles deportaciones masivas. La tensión bilateral crece tras la imposición de sanciones estadounidenses a bancos mexicanos, lo que Sheinbaum calificó de “unilateral”. Expertos advierten que estas fricciones podrían afectar el comercio y la cooperación en seguridad, mientras México busca mantener una postura firme sin escalar el conflicto.