Las aviaciones estratégicas de Rusia y China llevaron a cabo este martes una patrulla conjunta de ocho horas sobre el mar de Japón, el mar de China Oriental y el oeste del océano Pacífico. Participaron bombarderos rusos Tu-95MS y chinos H-6K, escoltados por cazas de ambos países, sin violar espacios aéreos de terceros.
Tanto Moscú como Pekín afirmaron que la operación se ajustó al plan de cooperación militar 2025 y cumplió estrictamente las normas internacionales, insistiendo en que “no está dirigida contra ningún país”.
El ejercicio fue monitoreado por fuerzas aéreas de naciones vecinas, pero se desarrolló sin incidentes. Se trata de la más reciente demostración de coordinación tras el entrenamiento antimisiles conjunto realizado a inicios de diciembre en Rusia.
Analistas destacan que estas maniobras refuerzan la alianza estratégica ruso-china como contrapeso a la presencia estadounidense en Asia-Pacífico, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas.




