Rusia ha aprobado medidas de represalia contra el decimosexto paquete de sanciones de la Unión Europea (UE), que afecta a bancos, empresas energéticas y tecnológicas rusas. El decreto presidencial de Vladímir Putin busca defender la economía ante lo que Moscú considera «agresión económica».
Las contramedidas incluyen prohibir exportaciones de minerales estratégicos a la UE, congelar activos europeos en Rusia y restringir operaciones con bancos sancionados, impactando a firmas de Alemania, Francia e Italia.
El Kremlin acusa a Bruselas de violar el derecho internacional y agravar la crisis energética. La portavoz Maria Zajárova afirmó que Rusia potenciará alianzas con Asia y África.
Expertos anticipan alzas en precios del gas en Europa, donde Rusia cubre el 40% de las importaciones. La UE justifica las sanciones para presionar por la paz en Ucrania.




