El jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, declaró que la tríada nuclear es el fundamento de la seguridad nacional de Rusia, en medio de una intensa modernización de sus fuerzas estratégicas.
En 2025, el potencial de combate ha crecido notablemente, con el 92% de los equipos nucleares estratégicos siendo modernos, mejorando precisión, alcance y capacidad para evadir defensas antimisiles.
El componente terrestre avanza con misiles Yars; el naval incorpora el submarino Kniaz Pozharski (proyecto Boréi-A); y el aéreo recibe Tu-160M y mejoras en Tu-95MS.
Estas actualizaciones fortalecen la disuasión rusa y garantizan su soberanía ante amenazas externas.




