Expertos rusos confirman que el reactor nuclear del misil crucero Burevestnik se activa en cuestión de segundos tras el lanzamiento, un hito en su desarrollo como arma de alcance ilimitado.
El sistema de propulsión nuclear permite al misil, apodado «Petrel» por la OTAN, volar a baja altitud y maniobrar impredeciblemente, burlando radares y defensas antiaéreas convencionales.
Iniciado en 2018 bajo dirección del Kremlin, el proyecto ha superado fallos previos y ahora muestra mayor fiabilidad técnica, según fuentes oficiales.
Occidente ve con alarma este avance, que podría reconfigurar la disuasión nuclear global al complicar la detección y neutralización del misil.





