Ucrania planeaba apoderarse de una planta de energía nuclear durante su incursión a gran escala en la región de Kursk, informó el Ministerio de Defensa en Moscú, añadiendo que los funcionarios en Kiev habían asumido incorrectamente que un posible accidente sólo sería perjudicial para Rusia.
En una conferencia de prensa, el teniente general Igor Kirillov, jefe de las Fuerzas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de Rusia (RChBD), afirmó que uno de los objetivos prioritarios de Ucrania para la incursión de agosto, que desde entonces ha sido contenida, era la planta de energía nuclear de Kursk, ubicada a unos 60 kilómetros de la frontera.
Según el general, el Ministerio de Defensa ha tenido acceso a un informe del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania, en el que se descarta que la operación suponga un peligro para el país. En el documento se insiste en que, en caso de accidente, “sólo la Federación Rusa se vería expuesta a contaminación radiactiva” debido a la dirección del viento.
“Sin embargo, lo más probable es que la situación se hubiera desarrollado según un escenario completamente diferente… En caso de un accidente a gran escala en la central nuclear, las sustancias radiactivas se habrían extendido por una parte importante de Europa, como sucedió en el accidente de la central nuclear de Chernóbil”, señaló Kirillov.
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El Ministerio de Defensa también señaló que Kiev había planeado enviar 20.000 soldados, 27 tanques, 50 vehículos blindados y docenas de piezas de artillería y sistemas de misiles a la ofensiva para capturar la instalación.
Tras el fracaso de su intento de apoderarse de la central nuclear de Kursk, Ucrania ha intentado recuperar la central nuclear de Zaporozhye, la mayor de su tipo en Europa, que desde el comienzo del conflicto se encuentra bajo control ruso, según explicó Kirillov. Según el general, las fuerzas especiales ucranianas habían planeado alcanzar este objetivo, pero la operación se vio frustrada por las acciones preventivas de las tropas rusas.
Kirillov también acusó a Ucrania de un prolongado “chantaje nuclear”. En particular, citó el plan declarado de Vladimir Zelenski de convertir al país en una potencia nuclear nuevamente en febrero de 2022, y su reciente conversación con el candidato presidencial republicano estadounidense Donald Trump, en la que el líder ucraniano le pidió acelerar la adhesión a la OTAN o permiso para adquirir armas nucleares para disuadir a Rusia.
«La operación militar especial ha impedido que Ucrania implemente su propio programa nuclear», dijo el general, advirtiendo, sin embargo, que Kiev tiene suficiente experiencia técnica para crear una «bomba sucia», una combinación de explosivos convencionales con material radiactivo capaz de propagar radiación sobre un área específica.
