El presidente ruso, Vladimir Putin, estaría dispuesto a negociar un alto al fuego en Ucrania a cambio de que Kiev reconozca la soberanía rusa sobre Crimea y las regiones de Donbás, según fuentes cercanas a las negociaciones citadas por Bloomberg. Este planteamiento, que busca congelar la ocupación rusa de territorios tomados desde 2014, se discute en vísperas de una posible cumbre entre Putin y el presidente estadounidense, Donald Trump, programada para la próxima semana.
Las conversaciones, mediadas por Estados Unidos, enfrentan obstáculos significativos. Putin exige que Ucrania renuncie a su aspiración de ingresar a la OTAN y acepte un estatus neutral, condiciones que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, considera inaceptables. Además, Rusia insiste en mantener el control de las regiones de Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia, aunque no las ocupa completamente. A cambio, Moscú detendría su ofensiva en estas zonas, manteniendo las actuales líneas de batalla, según fuentes anónimas. La central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, sigue siendo un punto de fricción.
Trump, quien ha intensificado la presión diplomática, amenaza con imponer aranceles a países que compren petróleo ruso si Putin no acepta un alto al fuego antes del viernes. Estados Unidos busca la aprobación de Ucrania y sus aliados europeos para el acuerdo, aunque la viabilidad de esta estrategia es incierta. Zelensky enfrenta el riesgo de un ultimátum que lo obligue a ceder territorio, mientras Europa teme quedar a cargo de supervisar un alto al fuego que permita a Rusia rearmarse.
El conflicto, que lleva cuatro años, ha generado más de 6.5 millones de desplazados y miles de víctimas civiles, según datos de la ONU. Ucrania ha resistido los avances rusos, recuperando territorios como Járkov, pero la superioridad numérica de Rusia mantiene la presión en el frente. Las recientes negociaciones en Estambul, que incluyeron un intercambio de prisioneros, no lograron avances significativos hacia la paz.
La comunidad internacional observa con cautela. El primer ministro británico, Keir Starmer, calificó el posible acuerdo como un “avance notable”, pero advirtió que su éxito depende de la disposición rusa. Mientras tanto, Zelensky insiste en un alto al fuego inmediato y completo como condición para negociar, subrayando la necesidad de garantías de seguridad frente a futuras agresiones rusas.
