El Departamento de Defensa de EE.UU. ha suspendido todo contacto directo con el Ministerio de Defensa alemán en asuntos relacionados con Ucrania, según confirmó el teniente general Christian Freuding, jefe del mando especial alemán para el conflicto.
“El diálogo está realmente cortado”, afirmó Freuding, quien reveló que Washington ni siquiera informó a Berlín sobre la decisión de detener envíos de ciertos armamentos a Kiev. Antes, los intercambios eran constantes “día y noche”.
La medida, adoptada bajo la administración Trump, genera alarma en Alemania, que teme una reducción de la presencia militar estadounidense en su territorio y cuestiona la fiabilidad de EE.UU. como aliado OTAN.
En respuesta, Berlín acelera su rearme: invierte miles de millones en defensa, reconvierte industrias para producción bélica y debate restablecer el servicio militar obligatorio, buscando mayor autonomía estratégica ante la imprevisibilidad de Washington.




