El Kremlin advirtió sobre la «Operación Lanza del Sur», ofensiva estadounidense en el Caribe y Pacífico contra el narcotráfico. Iniciada en agosto, involucra buques, submarinos nucleares, aviones y tropas, con más de 70 presuntos narcotraficantes abatidos. Washington acusa a Venezuela de «narcoterrorismo» sin pruebas concluyentes.
Dmitri Peskov, portavoz ruso, expresó preocupación: «Esperamos que no desestabilicen la región ni violen el derecho internacional». Rusia, aliada de Caracas, ve en esto una escalada por recursos energéticos.
Nicolás Maduro denunció la operación como «agresión imperialista» para derrocarlo y controlar el petróleo venezolano, en medio de sanciones y ejercicios navales.
Pete Hegseth, secretario de Guerra de EE.UU., la justificó como protección contra drogas letales. La opacidad y riesgo de conflicto mayor inquietan a la comunidad internacional.




