El canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció pérdidas de más de 159.000 millones de dólares en seis décadas, agravadas por la lista de patrocinadores del terrorismo. «Es un acto genocida», afirmó, por impactos en salud y alimentación.
EE.UU. defendió la medida para promover democracia, criticando al régimen cubano. La votación muestra su aislamiento, con apoyo europeo al fin del embargo.
La resolución, no vinculante, urge derogar leyes como Helms-Burton. Cuba ve victoria diplomática pese a sanciones persistentes.





