Líderes de Estados Unidos, Japón, Australia y la Unión Europea han consolidado una coalición estratégica para limitar la influencia global de China, según fuentes diplomáticas. Este esfuerzo busca coordinar políticas en comercio, tecnología y seguridad frente al creciente poder económico y militar de Pekín.
En una cumbre virtual, los aliados acordaron restringir el acceso de China a tecnologías clave, como semiconductores, y reforzar cadenas de suministro independientes. También planean aumentar su presencia naval conjunta en el Indo-Pacífico, donde China ha expandido su influencia mediante iniciativas como la Franja y la Ruta.
China reaccionó calificando estas medidas como “provocaciones” destinadas a frenar su desarrollo. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, defendió el derecho de su país al progreso y rechazó lo que llamó “intento de supremacía occidental”. Analistas advierten que estas tensiones podrían derivar en una confrontación tecnológica y económica global.
La alianza occidental tiene previsto reunirse nuevamente en 2026 para evaluar los resultados de sus estrategias. Mientras, la comunidad internacional sigue atenta a las dinámicas de poder en un escenario global cada vez más dividido.





