El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció el jueves que permanecerá en el cargo hasta 2027, cuando finaliza su mandato de cinco años. Agregó que nombrará a un nuevo primer ministro en los próximos días tras la renuncia el jueves de Michel Barnier.
La Asamblea Nacional aprobó una moción de censura histórica contra Barnier, que marca el mandato más breve de un primer ministro en la historia moderna de Francia. Hasta el miércoles, solo un gobierno había sido derrocado: el de Georges Pompidou, en octubre de 1962.
En su primer discurso público tras los disturbios, Macron criticó al izquierdista Nuevo Frente Popular (NPF) y a la oposición derechista Agrupación Nacional (RN), calificando su alianza de “frente antirrepublicano”.
«No voy a cargar con la irresponsabilidad de otras personas».
A pesar de los llamados de la oposición para que renuncie, el presidente insistió en que cumplirá con su mandato y descartó la posibilidad de nuevas elecciones al menos hasta julio, según lo estipula la Constitución francesa. La constitución del país no exige que un presidente dimita después de que su gobierno sea derrocado.
En junio, Macron también manifestó su intención de permanecer en el cargo hasta mayo de 2027, independientemente de los resultados de las elecciones parlamentarias anticipadas de verano que convocó. En ese momento, Marine Le Pen, la líder del RN, había dicho que solo la renuncia de Macron evitaría un parlamento sin mayoría absoluta durante los tres años restantes de su mandato.
En septiembre, Barnier, un conservador de 73 años y exnegociador del Brexit, fue nombrado por Macron, lo que enfureció al NPF, que había utilizado para marginar al RN. Desde entonces, el gobierno minoritario respaldado por Macron se ha aferrado al poder enfrentando a ambos bandos.
La situación llegó a un punto crítico a raíz de una propuesta presupuestaria para la seguridad social en la que Barnier intentó recortar el gasto en 40.000 millones de euros (41.870 millones de dólares) y recaudar 20.000 millones de euros en impuestos para hacer frente a un déficit masivo. Barnier empleó la misma legislación que Macron había utilizado para aumentar de forma polémica la edad de jubilación en Francia, lo que enfureció a los legisladores.
RN amenazó con una moción de censura a menos que el gabinete hiciera una serie de concesiones a sus “líneas rojas”.
Francia es la segunda economía más grande de la eurozona, pero tiene “una montaña de deuda”, según Politico, mientras que “su gobierno no ha sido tan frágil ni su parlamento tan fracturado en una generación”.
Barnier permanecerá en el cargo de primer ministro interino hasta que Macron pueda nombrar un sustituto. El presidente francés tardó casi dos meses en hacerlo tras las elecciones parlamentarias de julio. Otra votación no es una opción, porque la constitución francesa lo prohíbe hasta que haya pasado al menos un año.
A pesar de que el bloque de Macron quedó en segundo lugar en las elecciones, el presidente tiene el poder exclusivo de nombrar al primer ministro, quien no está obligado formalmente a ser candidato del partido dominante.