Los bomberos avanzaron con cautela ayer en su lucha por controlar el incendio que afectó varias áreas del barrio Pacific Palisades, en Los Ángeles, aunque las llamas seguían extendiéndose y amenazaban a comunidades del valle de San Fernando. Las autoridades advirtieron que los fuertes vientos podrían avivar los incendios, llevándolos hacia zonas residenciales.
Desde el martes, seis incendios simultáneos han devastado la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, dejando al menos 24 muertos y destruyendo 9,600 hectáreas, según informaron las autoridades. Equipos con perros rastreadores de cadáveres siguen buscando en los escombros, y con varias personas aún desaparecidas, se teme que el número de fallecidos aumente. Hasta ayer, las llamas habían dañado o destruido al menos 12,000 estructuras, mientras que más de 100,000 personas fueron evacuadas en el condado de Los Ángeles y otras 87,000 recibieron avisos de desalojo.
En Brentwood, decenas de residentes esperaban regresar a sus hogares evacuados por el incendio en Palisades, haciendo fila desde las 5 de la mañana. Sin embargo, las autoridades les impidieron la entrada debido al peligro que aún representa la zona. Mientras tanto, los bomberos combatían el fuego desde el aire, arrojando agua y retardante en las colinas para evitar que el incendio se extendiera hacia el este. Según KTLA, los equipos en tierra lograron salvar algunas viviendas.
Con la declaración de catástrofe grave por parte del presidente Joe Biden, se activó la ayuda federal, permitiendo que la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) comenzara sus labores de asistencia. Deanne Criswell, administradora de FEMA, instó a las personas afectadas a registrarse en el sitio web DisasterAssistance.gov.
Según el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California (Cal Fire), aproximadamente 157 kilómetros cuadrados de terreno han sido devastados, un área casi tres veces mayor que la isla de Manhattan. El gobernador Gavin Newsom, por su parte, anunció que implementará un plan para la reconstrucción del estado, con la intención de «reimaginar Los Ángeles 2.0».
El presidente electo Donald Trump criticó nuevamente a las autoridades de California, acusándolas de incompetencia en la gestión de los incendios y sugiriendo que no saben cómo apagarlos. En su plataforma Truth Social, afirmó que miles de viviendas habían sido destruidas y que la catástrofe era una de las peores en la historia del país.
Newsom, quien calificó los incendios como el peor desastre natural en la historia de Estados Unidos, respondió a Trump, acusándolo de difundir desinformación sobre la política de California en relación con el desastre. También invitó a Trump a visitar California para ver de cerca los efectos del fuego, aunque el republicano aún no ha respondido.
Las críticas sobre la gestión de la emergencia también llegaron de JD Vance, futuro vicepresidente, quien acusó a los líderes de California de ser incompetentes. Vance sugirió que esta falta de gobernanza contribuyó a la gravedad de los incendios.
En otro enfrentamiento, Newsom acusó a Elon Musk de fomentar el saqueo después de que el multimillonario publicara en X afirmaciones sobre la despenalización del robo. Newsom negó estas acusaciones, reiterando que el saqueo sigue siendo ilegal y que los responsables serán arrestados y procesados.
Las autoridades de Los Ángeles informaron de la detención de 29 personas en las áreas afectadas por los incendios, incluyendo a un sospechoso de hurto que se hacía pasar por bombero. De estas detenciones, 25 ocurrieron en la zona de Eaton y cuatro en la de Palisades, según el Los Angeles Times.
