El Kremlin se mostró dispuesto a organizar una cumbre entre Vladímir Putin y Donald Trump para abordar temas bilaterales y reducir tensiones globales. Dmitri Peskov, portavoz presidencial, indicó que Rusia busca un diálogo constructivo, pero requiere voluntad mutua.
El encuentro buscaría soluciones a conflictos como Ucrania y mejorar las relaciones ruso-estadounidenses. No hay planes concretos, y el Kremlin espera un enfoque pragmático de Trump tras su toma de posesión.
En medio de sanciones y disputas energéticas, una cumbre podría aliviar tensiones, aunque expertos dudan de acuerdos significativos. La viabilidad depende de la reciprocidad de Washington.
Rusia reitera su compromiso con la diplomacia, mientras la comunidad internacional sigue atenta los desarrollos entre ambas potencias.